En estos primeros minutos tuve dos experiencias que me dejaron bien en claro que era un completo extranjero aquí: para comprar el pasaje de tren tuve que enfrentarme con una máquina con touchscreen y un exceso de ofertas de pasajes. Finalmente, elegí el pasaje más barato que encontré (que resultaría ser excesivo), y por 2,40 euros me subí a un tren que de alguna manera debería haberme costado 60 centavos. Otra situación compleja fue la búsqueda de un taxi, ya que no sabía dónde les está permitido estacionar, y finalmente caminé unas cuadras hasta encontrar un lugar que decía explícitamente ¨Taxi¨. Además tenía la complicación de la valija, pensé que podría costarme encontrar un taxi que me aceptara con ella, pero por suerte no fue así, y en pocos minutos llegué al departamento de María.
Vista desde la ventana de la habitación de María al mercado, vacío en este momento pero muy ruidoso a las 5 AM:


Misma ventana, pero tomada desde un poco más adentro de la habitación:

1 comentario:
Te faltó contar que dormiste todo tu primer días jajaja
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