El pasado fin de semana fueron las fiestas de la Mercè. Esto funciona más o menos así: cada ciudad o pueblo tiene su día de fiesta (y en Barcelona, cada barrio, de ahí las fiestas de Gracia, de Sants, etc.). Las fiestas de la Mercè son las fiestas de la ciudad entera de Barcelona, y como cada ciudad tiene derecho a elegir un día feriado propio, este lunes no se trabajó en toda la ciudad.
Las fiestas comenzaron el viernes y terminaron el lunes por la noche. Durante todo este tiempo funcionó el metro (que normalmente suspende el servicio durante la noche), y en varios lugares de la zona costera de la ciudad hubo un espectáculo tras otro. En teoría, aquellos capaces de sostenerse 90 horas seguidas tienen siempre algo para hacer, porque la fiesta no para.
El viernes, luego de salir del trabajo, y después de cambiarme, salí por la noche a la plaza de la Catedral, donde a las 22:00 comenzaba un espectáculo que fusionaba jazz, música africana y música árabe (aunque más bien fue pasando de un género a otro de manera gradual). Fui con Emily, uno de los polacos, y una pareja nueva de inquilinos de Estefanía, llamados "los ingleses", aunque en realidad se trata de un ecuatoriano de 32 años y una polaca de 21 que vivían juntos en Inglaterra. La polaca viene por Erasmus, y el ecuatoriano (Francisco) vino a ayudarla a encontrar alojamiento pero parece que le ha gustado Barcelona como para quedarse a vivir. Por cierto, Francisco sacó muchísimas fotos, pero todavía no me las ha enviado por email, así que publicaré esto sin ninguna de ellas.
La música me gustó mucho (los instrumentistas eran excelentes), lo que no me gustó tanto fue que me cobraran en un bar 7 euros por un litro de cerveza (luego compraría en la calle, donde los moros la vendían a 1 o 1,50 euros). Por suerte, un litro de sangría en ese bar costaba lo mismo, y era una mejor opción.
De izquierda a derecha: la polaca; Jasek, uno de los polacos (detrás); Francisco, ecuatoriano, novio de la polaca; Emily, estadounidense.
El escenario del show de la plaza de la Catedral, tomado con mucho zoom:
Desde ahí nos fuimos hasta el Fórum, ubicado dentro de la ciudad, al noreste, sobre la costa. Fuimos en metro, la línea 4 no daba más de gente, cuando entramos en el vagón había adelante un grupo enorme que cantaba cosas del alcohol, fumaba porros y se divertía. Al rato se formó atrás otro grupo, más pequeño, que empezó a cantar cosas de fútbol (cada grupo era de un equipo diferente). Por supuesto no se armó ningún lío, acá la gente es más tranquila, en Buenos Aires hubiéramos estado en problemas (estábamos en el medio).
Nunca había ido al Fórum, y los catalanes me habían dicho que era un lugar horrible, una mole de cemento sin nada de verde cerca. Es cierto, lo es, y además está rodeada de una enorme plaza también de cemento, pero junto al edificio principal hay un parque de diversiones pequeño (para lo común en Cataluña) pero muy bueno, con unos juegos que nunca había visto en persona y que parecen ser muy duros. Por ejemplo, en uno hay gente metida dentro de una bola, la cual está conectada con algo elástico a unos postes altísimos, la cuestión es que eso gira de manera caótica a unos cuarenta metros de altura, con la gente dentro... O el ascensor en cuyo exterior vas sentado mientras sube y baja a toda velocidad...
Además de la mole y la feria, había muchas otras cosas. Luego me enteraría de que había carpas de MTV y otras cosas, pero la única que vimos fue la de Movistar, así que entramos, y como era previsible (se trataba de una fiesta de música electrónica) había unos DJs, unas pantallas gigantes y bastante gente que esperaba a que alguien le pusiera un poco de onda. Esa persona no llegó en el rato que estuvimos dentro, y nos fuimos a dormir.
El sábado un compañero de trabajo (Leo) me invitó a su fiesta de inauguración de piso (alquilado). Aquí es costumbre, cuando uno va a una fiesta, llevar no sólo bebida sino también comida, como para que haya variedad y uno pueda comer un poco de todo. Como no tenía ni idea de qué llevar, preparé una pequeña picada y la llevé. Llovía un poco (por suerte no fui a ver a la banda más importante de esa noche, que canceló la función porque era al aire libre). Comí, tomé y charlé (aunque más bien escuché, aquí la gente no tiene miedo ni pudor de hablar de ninguna cosa). Luego me fui con Leo a un bar cercano a la Plaza Real, y de ahí a una discoteca para catalanes vestidos de hippies. Estuvo todo muy bien, pero terminé la noche sin un euro y totalmente destrozado. Por suerte Leo tiene un auto con GPS, porque el regreso en metro se veía imposible.
El domingo a la noche volví a salir con Emily y los "ingleses" a la plaza de la Catedral, donde había un espectáculo más orientado a la música africana. También estaba Estefanía (la del alojamiento en Plaza España) con su madre, su hija Jessica y su sobrina, que tiene unos seis años y bailó desenfrenada imitando a Shakira por un buen rato y luego cayó agotada. Yo también estuve bailando un rato, sobre todo con Jessica, que quería bailar conmigo.
La hija de Estefanía (Jessica), su sobrina y ella:
La música también fue muy buena, y cuando terminó la función Estefanía se fue con su familia y los demás terminamos en Plaza Cataluña. Yo no había tomado nada, pero los demás sí. El ecuatoriano perseguía ratoncitos con la cámara fotográfica, mientras la polaca intentaba que todos cantáramos una canción para niños en polaco que trataba de un hombre vestido de verde. En la Plaza ya no había función de nada, pero al rato apareció un grupo de brasileños y uruguayos unidos por un cable. Uno de ellos llevaba conectado una guitarra, otro un bajo, otro un altavoz, otro simplemente ponía su cuello en juego rodeándolo con el cable, y venían con más gente. Al parecer, venían de una fiesta privada y tuvieron la idea de continuarla en la plaza. La guitarra sonaba horrible, pero supongo que lo que importa es la actitud...
Al rato recogieron una rama de palmera enorme y empezaron a hacer pruebas como pasar de espaldas por debajo de ella, y luego a utilizarla como para saltar a la cuerda. La polaca batió el récord saltando 8 veces seguidas sin caerse (hay video, porque el novio me pidió que la filmara para luego reírse de eso). Después de esto, ya a las cuatro de la mañana, nos fuimos.
El lunes hizo un día de playa, pero me levanté tarde, y decidí ir a las 22:00 a la plaza España (más bien, al castillo del Mont Jüic, cerca de ahí) a ver los fuegos artificiales. Al parecer, hay tres empresas de pirotecnia muy importantes en Barcelona, y cada noche una de ellas mostraba lo que tenía para ofrecer en las playas de Barceloneta. La noche del lunes, en cambio, los fuegos artificiales eran para finalizar La Mercè. Mientras tanto, en el Fórum, tocaba gratis El canto del loco, la banda más importante de España en estos momentos, pero pronto tuvieron que cerrar el recinto porque ya habían entrado 135.000 personas y no cabía ni una más. Previsiblemente, se me hizo tarde para los fuegos artificiales, y cuando llegué a Plaza España ya estaban terminando.
Jamás vi tanta gente junta. Plaza España estaba casi llena (calle incluida), y la avenida que lleva al palacio de Mont Jüic (de unos 800 metros) también. Y toda la zona del palacio. Y estoy seguro de que las calles cercanas. Cuando terminó el espectáculo, me quedé veinte minutos esperando porque quería ir caminando hasta la fuente, pero no dejaba de venir gente por la avenida así que desistí. Tomé un par de fotos malas de los fuegos, filmé los segundos finales, y tomé unas fotos de la muchedumbre (que sólo se ve como un manchón negro, así que no las subo).
De ahí me fui caminando hacia el mar, y luego subí hacia Plaza Cataluña por una calle que tenía muchas mujeres de las que te dicen "¿quieres follar?" mientras vas caminando, o directamente te silban porque no saben si hablas castellano. Luego subí por Passeig de Gracia, donde ya había un montón de empleados desmontando cosas de las fiestas. A la medianoche me metí en el metro, porque sospechaba que podía dejar de funcionar en cualquier momento, y creo que me subí al último tren. Y así terminé el fin de semana de la Mercè. Me quedaron muchas cosas por ver, como los castillos humanos, los desfiles de muñecos cabezudos, y el correfoc ("corre, que viene el fuego"), donde un grupo de profesionales del terror avanzan a todo trapo con unas bengalas de las cuales mejor mantenerse alejado (esto se hace en una calle angosta, faltaba más).
Este video no es mío, pero sí son los fuegos artificiales de la noche que fui:
Importante: las notas nuevas se encuentran aquí, junto a una copia de todo este sitio.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
Muy bueno tu blog sobre BCN!!
Ya que te gusta tanto BCN, échale un vistazo a mi blog y verás el estilo de las barcelonesas en la calle.
¿El Canto del Loco es el grupo más importante de España?
Pocos grupos de música conoces chavalote
Sï, conozco muy pocos. De todas maneras, al decir importante (y no mejor) me refería a la cantidad de gente que convocan, aunque más no sea porque era gratis y porque todo el verano estuvieron metiéndonos caña con la canción esa de los besos. Tal vez David Bisbal convoque más gente, pero pensar eso es peligroso para mi estabilidad psicológica. Personalmente prefiero Amaral u Ojos de brujo, aunque creo que no va tanta gente a verlos.
Saludos...
Publicar un comentario